Los valores del templario del siglo XXI provienen de la Gran Tradición y esta herencia nos debe hacer ser muy responsables con dichos valores. Cuando el conocimiento y la tradición no son compartidos se pierde el eje de dichos valores.
Para los que bebemos la esencia del temple debemos tener en cuenta los objetivos trazados por la Orden. éstos son promover la universalización de dichos valores donde todo el mundo debe tener derecho a ser escuchado, donde hay que dar voz a quien no la tiene y donde la fe debe de estar asociada a la filosofía del doble combate ancestral.
Este combate es interior y es fundamental para la iniciación del nuevo templario de este siglo.
Es en ese equilibrio donde reside el verdadero poder del iniciado y donde debemos prestar la máxima atención.
Debemos también que prestar gran atención a los símbolos que nos muestran tal iniciación para advertir en ellos la presencia de Dios como catalizador de dicha filosofía.
Desde lo más profundo de mi corazón,
Víctor A. Padilla
Víctor A. Padilla
Non nobis Domine, non nobis.
Sed nomini tuo, da gloriam.
Sed nomini tuo, da gloriam.
VAP
