viernes, 8 de diciembre de 2017

LA ARMADURA MEDIEVAL


Es preciso superar el mito de que las armaduras de los caballeros en el Medievo eran extremadamente pesadas, lo que ha dado lugar a la creencia de que los jinetes debían ser alzados mediante grúas para sentarse en sus monturas o de que eran incapaces de levantarse cuando caían al suelo. En realidad, es inconcebible que fuera así dadas las necesidades del tipo de guerra; de hecho, las reconstrucciones modernas de las armaduras de combate bajomedievales permiten a sus portadores moverse con desenvoltura o incluso correr. Las armaduras que han dado pie a este mito son las de justa, diseñadas para ser empleadas sólo durante unos minutos en un torneo y ser capaces de recibir frontalmente un lanzazo