sábado, 5 de mayo de 2018

RAMÓN DE CARDONA (II) - AL SERVICIO DE LA CORONA PORTUGUESA

RAMÓN DE CARDONA (II)
AL SERVICIO DE LA CORONA PORTUGUESA 
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Por Maria Teresa Ferrer Mallo

Ramón de Cardona era miembro de la alta nobleza, estaba emparentado con el rey Sancho de Mallorca, con Sancha de Mallorca casada con el rey Roberto de Nápoles, con el conde de Foix, poderoso personaje en tierras de Occitania y, a través de su esposa, con la reina de Portugal, con el rey de la Confederación catalano-aragonesa y con Federico de Sicilia, pero no siendo el primogénito, no tenia un patrimonio adecuado a tan alta alcurnia; si Ramón de Cardona quería un patrimonio similar al de la rama primogénita de su familia se lo había de ganar y, para un noble, no había otro camino que la guerra, cargos de gobierno o de corte y servicios diplomáticos. Ramón de Cardona siguió todos esos caminos.
LA ESTANCIA EN PORTUGAL
Seguramente fue su matrimonio con Beatriz el que le proporcionó la oportunidad de pasar a Portugal. La reina de este país era entonces una hermana de Beatriz, Isabel de Aragón, hija de Pedro el Grande y esposa del rey don Dionís, y quizás influyó para que su marido ofreciese a Ramón pasar a su servicio. Es posible que esta oferta surgiese cuando el rey de Portugal, acompañado por su esposa, acudió a la frontera de Castilla con Aragón, en verano del 1304, para presidir la comisión arbitral ^ue puso fin a la guerra entre la Corona catalano-aragonesa y Castilla \ Ramón de Cardona y su esposa Beatriz debían seguir entonces a la corte y tuvieron ocasión de hablar con los reyes de Portugal. 
En fecha que desconocemos, pero seguramente poco posterior al 29 de septiembre de 1305, Ramón de Cardona pasó a Portugal para ponerse al servicio del rey don Dionís. En esa fecha, Jaime II le autorizó a él y a un grupo de caballeros que le acompañaban, a marchar por ese motivo. Le acompañaban Guillem de Boixadors, Berenguer de Rajadell, Jaume de Miravet, Guillem cTAlentorn, Diego Ximenis de Moneba, Pero López de Biel, Pero Ximenis de Sanpedro, García Ruiz de Xacel y Martín López de Riela y sus hermanos. Notemos que parte de esos acompañantes eran caballeros catalanes de la zona interior, cercana a Cervera, mientras que otros eran aragoneses, correspondiendo a la situación de los bienes patrimoniales de Ramon de Cardona y de su esposa.
Además de la autorización para salir, el monarca les concedió una moratoria de deudas a judíos por un año. 

Es posible que entonces ya le acompañase su esposa, Beatriz. Se conserva una carta de Beatriz a la reina Blanca, del primero de mayo, en la que le comunicaba su llegada a Portugal, donde habían sido muy bien acogidos y muy honrados. Encomendaba su hijo a la reina, que por lo visto no acompañaba a sus padres, quizás porque era demasiado pequeño para soportar un viaje tan largo. La carta no tiene año, pero podemos suponer que era del 1306, si tenemos en cuenta que la autorización real para marchar era de finales de septiembre del 1305.De las actividades de Ramón de Cardona en la corte portuguesa, no tenemos muchas noticias. Sabemos que fue alférez del infante Alfonso y quizás por ello los historiadores portugueses creen que se alineó al lado del infante en la pugna que sostuvo con su padre más adelante; pero al menos al principio fue muy apreciado por los reyes, que le confiaron numerosas embajadas. Suponemos que su influencia política debió ser notable y, a través suyo, la influencia de Jaime II, sobre todo en la esfera de las relaciones internacionales. La misma reina Isabel, en una de sus cartas a su hermano, corroboró quetanto Ramon como su esposa le servían en la corte portuguesa.
Para la reina debía resultar reconfortante contar con el apoyo de un compatriota y de su hermana en un momento en que recibía ataques de alguno de los consejeros del rey, sin que su esposo la defendiera con la prontitud deseable. Para los servicios diplomáticos portugueses fue útil contar con una persona emparentada con diversas cortes y que por tanto tenía buenos contactos; su parentesco con los reyes de Mallorca y con los deNápoles, muy queridos por los papas, hacían de él una persona bien vista en la corte pontificia. Aunque hay que recordar que no fue el único catalán en desempeñar misiones diplomáticas al servicio de Portugal; hay que mencionar también a Ramon de Montrós, arcediano de Guarda. A fines del año 1306, llevó a cabo una embajada a la corte papal. Según la información suministrada por el embajador de Jaime II en la misma corte pontificia, Joan Borgunyó, había llegado "cum satis pulcra comitiva sociorum et domicellorum" y, según algunos, acudía por asuntos del rey de Portugal, mientras que otros decían que era por asuntos propios; pero, a pesar de haber regalado un bello caballo al cardenal Ramón de Got, no había conseguido audiencia con el papa y se había ido a Burdeos por Navidad; también había ido a visitar al conde de Foix, que, como sabemos, era pariente suyo, esperando que el cardenal le resolvería los asuntos durante su ausencia. Más tarde, el mismo Joan Borgunyó informó a Jaime II que se decía que Ramón de Cardona se había ido a Inglaterra. 
En 1308, Ramón de Cardona visitó como embajador la corte de Jaime II y la de Castilla. La embajada a Jaime II tenía por objeto concertar el matrimonio de un hijo bastardo del rey don Dionís, Pedro Alfonso, después conde de Barcelos, con María Ximénez Corneli, dama de la reina Blanca, esposa de Jaime II. Sabemos que, en 1312, Jaime II le encomendó una misión diplomática importante, la de arbitrar en su nombre una solución al litigio por la delimitación fronteriza entre Portugal y Castilla y en concreto por la posesión de Moura, Serpa, Sabugal, Castelrodrigo, Riba de Coa etc. reclamados por Castilla; parece que esas negociaciones no llegaron a conclusión a causa de la prematura muerte de Fernando IV. Quizás por esa causa Ramón de Cardona volvió a la corte de Jaime II en enero-febrero de 1312. En estas conversaciones, Ramón de Cardona había tratado con Jaime II la posibilidad de casar una de sus hijas, probablemente la infanta Violante,con algún miembro de la casa real portuguesa.
Se había acordado que, con la llegada del buen tiempo y cuando los reyes portugueses lo pidiesen, la infanta sería enviada a Portugal. La noticia de que Jaime II consentía en este matrimonio causó tanta satisfacción en la corte portuguesa, que el rey y la reina enviaron un mensajero para que buscase a Ramón de Cardona en su camino de vuelta hacia Portugal y le pidiera que regresase a la corte de Jaime II para cerrar el trato y preparar el viaje de la infanta hacia Portugal, que podría realizarse en los meses de abril o mayo, un tiempo apropiado para viajar. El correo alcanzó a Ramón de Cardona a tres leguas de Medina del Campo y nuestro noble se apresuró a escribir a Jaime II exponiendo el deseo de los reyes portugueses de recibir a la infanta en seguida y anunciando que la reina enviaba a su dispensero mayor, un médico físico y todo lo que era necesario para conducir a la infanta con el honor debido. Ramón de Cardona anunciaba a Jaime II que volvía a Barcelona con calma, haciendo jornadas cortas, porque tenía las cabalgaduras muy cansadas por el largo camino que había hecho y pedía que la infanta se dirigiese aaquella ciudad. Mientras llegaba, envió al rey a uno de sus caballeros, Martín Ximenis, para tratar de todos estos asuntos. 
Pero el viaje de la infanta no se podía preparar con las prisas que pretendía Ramón de Cardona y, mientras se disponía todo, la noticia de la muerte repentina de Fernando IV de Castilla, en septiembre, obligó a detener los preparativos; Jaime II justificó más adelante su decisión por el temor que la muerte del rey provocaría una gran inestabilidad en Castilla, un "grant bolliçio", según sus palabras, y que sería una temeridad hacer viajar a la infanta por un reino en guerra de facciones, exponiéndola a toda suerte de peligros. Este proyecto de boda para la infante Violantefue finalmente abandonado por Jaime II.
La muerte del rey de Castilla, Fernando IV, obligó a Jaime II ya Dionís a mantener contactos, ya que ambos estaban interesados en una minoría estable en el vecino reino: el rey de Portugal porque la reina viuda, Constanza, era su hija, y el rey Jaime II, porque tenía una hija casada con el infante Pedro, hermano del rey difunto, que aspiraba a latutoría del rey Alfonso XI. 
Sabemos que en febrero de 1313 había llegado a Portugal un mensajero de Jaime II, Miguel Pérez de Arbe, quien había de tratar con don Dionís de la tutoría del rey de Castilla, que Jaime II quería que fuera para el infante don Pedro; le había de proponer formar un frente común en la corte papal para resolver la reorganización de las órdenes militares, después de la desaparición de la orden del Temple, de manera favorable a los intereses de ambos monarcas y le había de pedir ayuda |>ara la expedición a Cerdeña, de laque ya empezaba a hablar entonces. Además, el rey había pedido un condado para Ramón de Cardona, petición que la reina Isabel de Portugal apoyaba en carta a su hermano Jaime II, pues le decía que cuanto mejor fuera la situación de nuestro noble en Portugal, mejor podría servir al propio Jaime II, aunque rogaba a su hermano que él también le concediese alguna buena merced en consonancia con los servicios que le prestaba . La respuesta del rey Don Dionís fue, sin embargo, negativa, pues hizo notar que había otorgado ya muchas mercedes a Ramón de Cardona en atención a Jaime II. 
Entre 1314 y 1316 uno de los caballeros del séquito de Ramón de Cardona, Martín Ximenis de Aín, intervino en la reclamación de las joyas de la reina Constanza de Castilla, que se encontraban empeñadas en tierras catalanas como garantía del dinero que la corte castellana debía por las galeras capitaneadas por Eimeric de Bellvei que habían colaborado en el asedio de Algeciras en 1309. Después de la muerte de la reina Constanza en 1313, su madre, la reina Isabel de Portugal, se ocupó de ejecutar su testamento, para lo que necesitaba las joyas. 
Durante este tiempo, parece que Ramón de Cardona no se movió de Portugal. En febrero de 1315, un correo del rey de Portugal, Pedro Barrionovo, volvió a la corte portuguesa desde la corte catalana con cartas para el rey, la reina, Ramón de Cardona y su mujer Beatriz; parece que se le había retenido más tiempo del normal porque Jaime II, que esperaba noticias de su hermano, Federico de Sicilia, las quería comunicar a su cuñado y a su hermana. La noticia era que el rey Roberto, que había estado asediando Trápani con su flota y un gran ejército, se había retirado, después de haber firmado una tregua de un año con el rey Federico.
La invitación del infante Pedro de Castilla y la ruptura con el rey Dionís de PortugalDespués de diez años de servicio en la corte portuguesa, la situación de Ramón de Cardona cambió radicalmente en 1315. El infante Pedro de Castilla quería llevar a cabo una nueva ofensiva contra el reino de Granada y pidió a Ramón de Cardona que le acompañase a la frontera. El noble catalán accedió a la petición del infante, en parte porque debía tener ganas de un poco de acción, después de tres años de actividades políticas y diplomáticas, y en parte porque tenía algunos bienes en Castilla por donación del rey o del infante Pedro, como ya veremos, cosa que en cierta manera le obligaba a prestar un servicio, si se lo pedían. Comunicó su decisión al rey de Portugal, quien se lo tomó como una traición y ordenó que se le confiscasen los bienes que le había concedido anteriormente. Esa fue la versión de la ruptura que Ramon de Cardona dio al rey Jaime ll45. La reacción del rey portugués se explica en parte por las disensiones que había habido en Castilla en los años anteriores, por causa de la tutoría de Alfonso XI, que habían situado en bandos opuestos al infante don Pedro y al rey de Portugal, que apoyabaal infante don Juan; esas disensiones habían llevado, incluso, al rey don Dionís a atacar los señoríos del infante don Pedro fronterizos con Portugal, Galicia y Extremadura en 1313 .A pesar de la reconciliación formal entre el rey y el infante más tarde, don Dionís vió con malos ojos que el noble catalán, que él había colmado de honores, quisiese dejar su servicio para ir a combatir al lado del infante de Castilla. Quizás también influyó el hecho de que Ramón de Cardona fuese persona próxima al infante Alfonso, enfrentado a su padre el rey don Dionís, y amigo de uno de los nobles portugueses exiliados en Castilla, el conde Martim Gil. 
Si el monarca portugués tenía otros motivos para la ruptura con Ramón de Cardona no los conocemos y no los expuso a su rey.La situación de Ramón de Cardona se hizo muy incómoda y por ello el infante don Pedro de Castilla y su esposa, la infanta María, le pidieron que acudiera enseguida a su lado. Ramón de Cardona expusolo que había sucedido al rey Jaime II y le anunció que iría junto al infante Pedro para saber qué le ofrecía y que después volvería a la corte catalana, ya que no quería establecerse en ningún lugar sin su consentimiento. En su respuesta, del 20 de septiembre de 1315, Jaime II aprobó la decisión de Ramón de Cardona de reunirse con el infante Pedro de Castilla y le dio su consentimiento para volver a su lado, si quería. Además, Jaime II escribió a la reina de Castilla, al infante don Pedro y a su esposa y al infante don Juan para recomendarle .A pesar de todo, el rey intentó todavía reconciliar a Ramón de Cardona con el rey de Portugal. A finales de octubre de 1315 envió de nuevo a Miguel Pérez de Arbe a Portugal con credenciales para el rey, la reina, el primogénito, el infante Alfonso, y su esposa, para doña infanta Beatriz, y para el obispo de Viseo. Uno de los temas principales del memorial confiado al embajador era el de la situación de Ramón de Cardona. Jaime II preguntaba al rey portugués porqué había retirado su favor a Ramón de Cardona y le había confiscado la tierra que antes le había dado. Si tenía culpa, le obligaría a volver a su lado, pero si no la tenía, le solicitaba que lo readmitiese en su servicio y le devolviese la tierra, en consideración al rey Jaime, que le había criado en su corte y estaba obligado a favorecerle.
Jaime II fracasó en el intento de reconciliarlo con el rey Dionís y Ramón de Cardona pasó a Castilla, aunque su familia permaneció de momento en Portugal. 
Su esposa Beatriz falleció en este país en 1316.
ECV