lunes, 30 de abril de 2018

PLANTAS MEDICINALES EN LA EDAD MEDIA - LA ANGELICA

PLANTAS MEDICINALES EN LA EDAD MEDIA 
La Ángelica (Archangelica officinalis)


Durante la edad media y hasta el siglo XVII en Europa, se consideraba la angélica un aliado para protegerse de malos espíritus y malas brujerías. Se tenía la creencia de que fue recomendada por el arcángel Gabriel para la curación de enfermos de la peste y otros males por lo que durante los episodios más duros de peste, cobró gran importancia ya que la gente masticaba su raíz para no contagiarse y los ya contagiados tenían la esperanza de curarse gracias a la angélica.
Se la conoce también como “planta del espíritu santo” o “raíz de larga vida” y es una planta que se cultiva en países del centro de Europa como Alemania, Holanda o Bélgica.
La angélica se trata de una hierba bienal de hojas grandes que puede llega a medir dos metros de altura. Posee una raíz gruesa que al ser cortada saca una especie de zumo de color amarillo y de textura lechosa (posee un olor aromático característico). Posee flores blancas muy ramificadas (florece a partir del mes de abril – Europa).
Se cultiva por sembrado a finales de agosto (zona mediterránea), no suele florecer el primer año de cultivo y de hacerlo ocurre en el segundo año por el mes de abril. Se recolecta la raíz de la planta (Angelicae radix) cuando está en pleno desarrollo (antes de florecer) y se corta longitudinalmente en varios trozos para dejar secar al aire. Los frutos de la planta se recogen bien maduros.
La Angelica archangelica crece salvaje en Finlandia, Suecia, Noruega e Islandia, en la mayor parte de los países del norte. Se cultiva en Francia, principalmente en Marais Poitevin, un parte de la comarca de Niort en el départment de Deux-Sèvres
También se la consideraba un poderoso depurativo de la sangre por lo que se usaba para repeler o curar los efectos de casi cualquier veneno. Desde entonces, los monjes europeos, cultivaban esta planta para realizar con su raíz licores y remedios para curar casi todos los males, entre ellos, el licor Benedictine muy popular en el siglo XIX y cuya receta han intentado mantener en secreto hasta hoy.
Lo cierto es que según los aceites esenciales y los compuestos químicos de la angélica, no se justifica tal poder antibacteriano por el que era conocido en la antigüedad. La angélica está compuesta por felandreno (aceite esencial de olor agradable y sabor fuerte, beneficioso para la digestión contenido también en el orégano, el jengibre, el limón y muchas otras plantas) y angelicina (poder sedante y antiespasmódico), taninos y otros ácidos flucósidos y orgánicos, lo que confieren a esta planta de un gran poder digestivo y relajante, que es por lo que se usa comúnmente hoy en día, es decir, para aliviar digestiones pesadas, para relajar los músculos estomacales o para relajar el sistema nervioso en general, en casos de ansiedad o insomnio

VAP