lunes, 30 de abril de 2018

EL ABROJO O MIGUELITO

"PEQUEÑA GRAN ARMA"
Ya desde la lejana antigüedad, este arma causo estragos en los campos de batalla. Alejandro Magno uso este arma, contra los elefantes del rey Poros en la India. Batalla de Gaugamela.
Me refiero al Abrojo o Miguelito. Este pequeño arma constaba de 4 puntas distribuidas en forma de tetraedro, de manera que siendo arrojado, siempre quedaba una punta hacia arriba.
En Gaugamela, los elefantes del rey Poros, al pincharse, detuvieron la marcha, hecho que fue aprovechado por la Falange Macedonica para atacarles e infringirles graves heridas. Los elefantes más inteligentes que los caballos, encontrándose cercados no encontraron otra salida que girar sobre grupas y cargar contra sus propias líneas, lo cual fue un auténtico desastre.
Alejandro obtuvo otra victoria. Aunque con graves perdidas. Pero quedó gratamente sorprendido por la capacidad y el valor del rey Poros al cual perdono la vida y le dejó gobernando en su nombre.
En este relato histórico podemos ver como una simple y pequeña arma puede cambiar el resultado de una batalla.

No necesita plano. un simple agricultor con un martillo y fuego podía fabricar un abrojo.
Fáciles de transportar y más fáciles de diseminar, resultaron devastadores en los campos de batalla y hemos de considerarlos como los antepasados de las minas actuales. Un soldado podía transportarlos fácilmente en una saca, y diseminarlos a caballo más fácilmente todavía. El polvo y la hierba los ocultaba a las vistas, pues tampoco eran excesivamente grandes 4 o 5 cm de púa. Lo suficiente para destrozar un pie a un infante o el casco a un caballo.
Imaginemos un campo de batalla sembrado de abrojos. El ejército comienza el avance. La carga de caballería se ve frenada, cuando los caballos se llenan los cascos de pinchos y ruedan por el suelo y la infantería se destroza los pies, cuando acude en apoyo de la caballería. Caen al suelo y se ensartan vivos. Con lo cual la caballería y las primeras líneas de Infantería del Ejército han quedado destrozadas. El enemigo ha ganado la primera escaramuza y sus arqueros acaban el trabajo.
Por ejemplo los escoceses en la batalla de Bannockburn, utilizaron abrojos. Estos frenaron es seco a la caballería pesada inglesa. Eduardo II tuvo que retirarse con unas bajas de 4000 hombres.
También fueron utilizados en la guerra de Vietnam. Untados de veneno o de excrementos, eran letales o trasmitían infecciones.
Hoy en día se usan policialmente, para control de manifestaciones, y para control de vehículos pinchandoles las ruedas.
Incluso los penitentes, en la semana santa, ponen en los extremos de los azotes, púas en forma de abrojo, para aumentar las heridas que se autoproducen al flagelarse.
V. M. Mayenco.
(En las fotografías vemos distintos tipos de abrojos)


VMM