Tácticas de asedio:
El fuego del zapador.
Durante la Edad Media, una de las tácticas qué más se utilizaron fue el asedio de fortalezas. Para ello se utilizaron diferentes estrategias. El bombardeo con catapultas y trabuquetes destrozando la construcción y a los que en ella se refugiaban, el control del alimento y el agua, haciendo que ésta se rindiese por hambre y sed. La falta de agua y alimento, las muertes en combate....etc. llenaban la ciudad de cadáveres y estos al ir descomponiendose atraían multitud de parásitos (insectos y roedores) que con la podredumbre eran los culpables de la transmisión de Terribles enfermedades como la peste.
Pero hoy vamos a hablar de otra arma terrible," el fuego"
Era famoso en la antigüedad el llamado "fuego griego" que se pegaba a los cuerpos y estructuras y ardía de forma terrible. Era imposible de apagar, y cuanto más agua se le echase peor. Hoy en día su fórmula gracias a Dios se perdió. También se utilizaban aceites y breas. Normalmente estos se arrojaban sobre los sitiadores. En los momentos de asalto, ya fuesen con escalas, torres de asedio o arietes para las entradas, se arrojaba encima el aceite o Brea hirviendo y luego se lanzaban antorchas, con lo cual se prendía fuego y los atacantes se convertían en teas ardientes.
Era famoso en la antigüedad el llamado "fuego griego" que se pegaba a los cuerpos y estructuras y ardía de forma terrible. Era imposible de apagar, y cuanto más agua se le echase peor. Hoy en día su fórmula gracias a Dios se perdió. También se utilizaban aceites y breas. Normalmente estos se arrojaban sobre los sitiadores. En los momentos de asalto, ya fuesen con escalas, torres de asedio o arietes para las entradas, se arrojaba encima el aceite o Brea hirviendo y luego se lanzaban antorchas, con lo cual se prendía fuego y los atacantes se convertían en teas ardientes.
Pero había otra forma también temible que era capaz de derribar los muros. Me refiero al fuego de zapador. Los zapadores cavaban por debajo de los cimientos de las murallas y torres consiguiendo hacer una galería que conducía hacia el punto donde querían provocar el incendio. Allí construían lo que iba a ser la cámara del fuego. Entonces limpiaban la cámara de escombros y la llenaban de pacas de paja, leña y todo esto se untaba con aceite. Se prendía fuego y se Tapiaba. Algunas historias narran que también erá costumbre, introducir en la cámara de fuego dos o tres cerdos bien gordos, para que la grasa de estos al quemarse alimentara el fuego, manteniendo las altas temperaturas. Está alta temperatura, hacía que se calcinasen los cimientos, de manera que estos se hundían sobre la cámara de fuego derruyendo la muralla o los muros de la Torre....etc. una vez abierta la brecha, las tropas entraban al asalto en la fortaleza. Lo que normalmente era a cuchillo. También había diferentes armas arrojadizas, portadoras de fuego:
La falarica: puntas de flecha que podían llevar en su interior o en su punta, bolas impregnadas en Brea y azufre. Se lanzaban con un balista y ya fueron empleadas por los romanos.
Las pellas: solían ser bolas hechas con Estopa bien compactas e impregnadas con brea y azufre. Se lanzaban con máquinas como las manganas.
Los cestos y fardos: estos se hacían con lino bien compacto y se impregnaban de grasa animal. Ardia con gran potencia.
Las granadas arrojadizas: estás podían llenarse de brea y con una mecha encendida se lanzaban al caer al suelo la brea se incendiaba impregnada todo lo que estaba a su alcance. Al mismo tiempo también podía causar graves heridas con lascas de cerámica afiladas y ardiendo.
En fechas más cercanas también fueron utilizadas con pólvora cuando está hizo su aparición.
VMM
