viernes, 9 de marzo de 2018

LA MALDICIÓN DE LOS TEMPLARIOS

“Papa Clemente, juez inicuo y cruel verdugo, caballero Guillermo de Nogaret, rey Felipe, antes de un año yo os emplazo a comparecer ante el tribunal de Dios, ¡sed malditos vosotros y vuestra descendencia!” 

En los meses que siguen al 18 de marzo de 1314, se repite en París la maldición lanzada desde la hoguera por el Gran Maestre de la Orden de Los Templarios, Jacques de Molay. Después de 42 días, el Papa Clemente V muere a los 54 años, abatido por fiebres y ahogos. Poco tiempo después, el sutil consejero del rey de Francia, Guillermo de Nogaret, es envenenado. A principios de noviembre, Felipe IV “el Hermoso” es mortalmente herido en un extraño accidente de caza; agoniza y muere en Fontainebleau el día 29. El mismo año, el “Caso de la Torre de Nesles” (el escándalo del adulterio de las nueras del rey) priva a Francia de la que se hubiera convertido en su nueva reina. 
Para dar un heredero al trono, Luis X manda asesinar a su primera esposa, Margarita de Borgoña, en el calabozo donde está prisionera desde el descubrimiento de su infidelidad, y desposa a la princesa Clemencia de Hungría. En menos de un año, mientras la reina Clemencia espera un hijo, Luis X muere a consecuencia de un ejercicio excesivo. Su hijo, el niño-rey Juan I, es asesinado cinco días después de su nacimiento. Luis X reinó menos de dos años; Juan I, menos de una semana. El segundo hijo de Felipe IV “el Hermoso”, Felipe V “el Largo”, reina cinco años y no deja heredero alguno. Su hermano Carlos IV reina a su vez 5 años y muere también sin hijos. Los tres hijos de Felipe IV “el Hermoso” mueren prematuramente, con lo que el linaje directo de los Capetos se extingue. Finalmente, durante todos esos años, el país está en una situación económica y sanitaria crítica: hambrunas y epidemias (la peste negra y la peste bubónica) matan a decenas de miles de personas y comienza la guerra de los Cien Años. Para el pueblo, la maldición de los templarios se cumplió.

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