sábado, 3 de marzo de 2018

LA DANZA DEL VIENTRE

La danza del vientre, danza árabe o correctamente llamada Danza Oriental (en árabe Raqs sharqi رقص شرقي), es la evolución escénica de diversas danzas antiguas tradicionales de Oriente Medio, junto con otros del Norte de África y Grecia, cuya diversidad de elementos como la música, ritmos, estilo y vestuario depende del país o la región.
El raqs baladi رقص بلدي (danza del pueblo) es una danza muy elemental, prácticamente sin desplazamientos y con movimientos principalmente de pelvis. La evolución de esta danza es la Danza oriental o raqs sharqi. El raqs sharqi incluye movimientos de folclore egipcio, danza clásica y contemporánea, con grandes desplazamientos, vueltas y movimientos de todas las partes del cuerpo, pero sobre todo de la pelvis. En Turquía, a la danza del vientre se la conoce como gobek dans o rakasse (ritmo turco). Antes de llegar a la evolución de la danza, no se puede soslayar el significado puramente de estímulo sexual destinado al hombre en las sociedades de esos países y región, tanto como al agasajar invitados, como en la intimidad del harem.
En países anglosajones se ha traducido como "belly dance" (en español 'danza del vientre'). Es una mala transcripción o transliteración del vocablo que designa el estilo de danza beledi o baladi y suele atribuirse a Sol Bloom, director de espectáculos en la Exposición Universal de Chicago de 1893
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Se cree que el término "Danza del vientre" proviene de aquellos primeros aventureros occidentales en el siglo XIX que observaron por primera vez esta danza quedando sumamente sorprendidos por los movimientos del vientre y pélvicos que esta danza tenía en comparación de las danzas clásicas europeas. No obstante autores como la célebre coreógrafa e investigadora Lila Zellet, defienden que utilizar el término "Danza del vientre" en lugar de "Danza Oriental" (el cual es su nombre original) resulta incorrecto debido a que actualmente esta danza engloba movimientos muchísimo más amplios y completos que sólo los llamativos movimientos del vientre.
El origen exacto de esta forma de baile es motivo de constante debate entre quienes se interesan por esta danza, debido principalmente a la escasa investigación llevada a cabo al respecto. La mayoría de los estudios los han realizado las propias bailarinas, en un intento por entender sus orígenes. No obstante, suele pasarse por alto que gran parte de la danza en Oriente Medio surge en el contexto social, no tanto en el de las representaciones en cabarets a cargo de bailarinas profesionales, entorno éste más visible y glamuroso. Esto ha provocado una importante confusión en cuanto a la verdadera naturaleza de este baile, dando lugar a teorías contradictorias en un intento por explicar sus orígenes.
Estas son algunas de las teorías existentes:
Desciende de las danzas del antiguo Egipto.
procede de un baile de tipo religioso que practicaban antiguamente las sacerdotisas de los templos.
formaba parte de las prácticas tradicionales de alumbramiento en la/s region/es de origen.
se había extendido gracias a las migraciones de los pueblos gitanos y de grupos similares, de origen indio.
las mujeres hacían esto como un baile a la luna, era un baile nocturno y dejaban su vientre descubierto para que les diera fecundidad.
De todas ellas, rara vez se hace alusión a la primera, a pesar de que cuenta con el apoyo de personalidades como el bailarín egipcio Doctor Mo Geddawi. El principal apoyo de esta teoría tiene su explicación en las semejanzas entre las poses del arte egipcio y los movimientos del baile en su vertiente moderna.
La teoría más conocida es la que la asocia con un baile religioso, a la que se suele hacer referencia en los principales artículos sobre el tema y que goza de mayor publicidad.
La teoría que la asocia a las "prácticas de alumbramiento" en virtud de una serie de movimientos del Raqs Sharqi moderno es refrendada y extendida por la bailarína marroquí y aficionada a la antropología, conocida también como Carolina Varga Dinicu, y tiene que ver con la revisión de los movimientos que se han venido utilizando para ilustrar o facilitar el alumbramiento. A pesar de que dicha teoría carece de un "punto de origen", sí que cuenta con numerosas referencias históricas de tipo oral.
Dos puntos de vista sugieren la danza gitana como su origen. Se cree que los pueblos gitanos y otros grupos humanos similares pudieron importar esta forma de baile en sus desplazamientos o adoptarlo sobre la marcha y difundirlo. 
Gracias a la fusión de las formas gitanas de baile con el Raqs Sharqi, estas teorías disfrutan de mayor popularidad en Occidente de la que tendrían necesariamente en sus países de origen - si bien esto puede deberse en parte a los prejuicios existentes sobre estos pueblos.
Sea cual sea el origen, la danza posee una larga tradición en Oriente Medio y África del Norte. A pesar de las restricciones que impone el Islam en cuanto a la representación pictórica de seres humanos, existen algunas muestras de ello en todo el mundo islámico. Libros como The Art and Architecture of Islam 650-1250 muestran imágenes de las bailarinas en muros palaciegos, al igual que sucede con las pinturas en miniatura persas de los siglos XII y XIII.
Fuera de Oriente Medio y de África del Norte, el baile del raqs sharqi se hizo popular durante el movimiento romántico en el siglo XIX, con la representación que los artistas orientalistas hacían de la vida de harén del Imperio otomano.1​ En esa época, bailarinas de distintos países del Oriente Medio comenzaron a mostrar estas danzas en distintas Ferias Universales, a menudo atrayendo casi más público que la propia exhibición tecnológica. Los comienzos del cine recogen la actuación de algunas de estas bailarinas, como es el caso del cortometraje "Fatima's Dance" (1902), de amplia distribución en las salas de la época. Sin embargo, se ganó fuertes críticas por su indecencia, llegando finalmente incluso a censurarse por presión popular.
Algunas mujeres occidentales empezaron a aprender e imitar la danza de Oriente Medio, que en aquel momento era objeto de colonización por parte de naciones europeas. Los ejemplos más conocidos son el de Carmen Tórtola Valencia y el de Mata Hari, que a pesar de fingir ser una bailarina de la Isla de Java, se acercaba más a las formas de danza del Oriente Medio que a las de Indonesia. Por este y otros motivos, a principios del siglo XX, en América y Europa la idea popular llevaba a dar por supuesto que estas bailarinas eran mujeres de moral dudosa.
Fue a mediados del siglo XX cuando la danza empieza a popularizarse a nivel internacional, sobre todo en Estados Unidos, gracias a la labor de divulgación que hicieron artistas como la española Dalilah, que organizó por primera vez viajes para que las estudiantes pudieran conocer a las bailarinas míticas de Egipto y preparó los primeros seminarios junto al coreógrafo Mahmoud Reda fuera del país de las pirámides.​
Hoy en día, la separación de sexos no se practica de forma tan estricta en las zonas urbanas, y en ocasiones tanto hombres como mujeres salen y bailan en reuniones sociales de tipo mixto con amigos íntimos. No obstante, a pesar que este baile social en circunstancias aceptables se considera correcto e incluso se fomenta, muchas personas en Oriente Medio y en el Norte de África consideran que las actuaciones con bailarines profesionales con trajes provocativos y para un público mixto son algo moralmente cuestionable. Algunas llegan hasta el punto de sugerir que se prohiban esta clase de representaciones.
Puesto que el lugar en el que suele desarrollarse este baile suelen ser establecimientos nocturnos, unido a la proliferación de grabaciones en vídeo y DVD de famosas bailarinas, es esta versión mundana de la danza en lugar de la social o folclórica la que goza de mayor popularidad.
La danza oriental ha sido tradicionalmente folclórica, improvisada por una sola bailarina, aunque ahora pueden verse espectáculos con coreografía y varias bailarinas. Se caracteriza por sus movimientos suaves y fluidos, disociando y coordinando a la vez las diferentes partes del cuerpo. Por ejemplo, los brazos pueden ir a un ritmo diferente del que va marcando la cadera. La atención se centra principalmente en la cadera y el vientre, alternando movimientos rápidos y lentos y se enfatiza en los músculos abdominales, con movimientos de pecho y hombros, así como con brazos serpenteantes. Los movimientos ondulatorios, rotativos, que por lo general son lentos simbolizan la tristeza; en cambio con los movimientos rápidos, golpes y vibraciones la bailarina expresa alegría. Todos los movimientos de esta danza se relacionan con la naturaleza, por ejemplo, las plantas de los pies se apoyan bien sobre el suelo, lo cual simboliza la tierra, o también cuando la bailarina extiende sus brazos siempre forman una semi U y nunca están caídos, esto simboliza a las aves.
En un comienzo las bailarinas árabes se perfumaban las muñecas para que al bailar y al mover sus manos se perfumaran ellas mismas y a su público. En esa época no existían perfumes, por lo que utilizaban aceites.
Esta danza se ha clasificado en danza tradicional y danza de fantasía; las danzas tradicionales o folclóricas tienen características singulares, sus vestuarios son diferentes dependiendo la región de origen, y la ejecución de movimientos también lo es. El estilo de fantasía, al paso del tiempo se ha visto enriquecido con algunos elementos cuyo objetivo es demostrar la destreza de la bailarina al ejecutarlos, los velos, sables, velas, crótalos, alas de isis, abanicos de seda, cuerdas o serpientes solo son algunos elementos que ayudan a hacer más vistosa y atractiva la ejecución de esta danza enigmática y sinuosa.
Esta danza es característica de las mujeres; como su origen se remonta a las celebraciones de fertilidad, elementos de la naturaleza o religiosos; a través del tiempo, algunos caballeros se han hecho partícipes en los estilos de fantasía, recordemos que en la danza oriental folclórica también existen danzas que sólo pueden realizar los hombres.
Para cada elemento hay un ritmo, y para cada canción una técnica.
Los grandes bailarines se decantan más por la técnica clásica usada en los países del Oriente Medio, tanto es así que la innovación en la ejecución de ésta es lo que prima en los festivales de Danza Oriental realizados en el Cairo, uno de los más populares es el organizado por la bailarina Raquia Hassam, el Festival Ahlan Wa Sahlan. Sin embargo, artistas míticas como Sohair Zaki se posicionan en contra de lo que se vende en estos festivales, afirmando que convierten la danza en gimnasia y que no hay oído musical ni sentimiento, que debería ser lo más importante en el arte de la danza oriental.
Bellydance, danza oriental o Raks Sharki, es una disciplina que desde hace unos años ha ganado mucha popularidad en occidente pero que viene de una milenaria tradición oriental. La gran sensualidad de la danza y sus efectos beneficiosos sobre el cuerpo femenino producen una suerte de liberación física y espiritual que han provocado este boom de academias, profesoras y practicantes de la danza oriental. Una variante de la danza oriental o modalidad de la misma sería la Danza del Vientre Tribal. Surge en Estados Unidos y es producto de la fusión de los ritmos propios de la danza oriental de varios países del norte de África, Oriente Medio y Sur de África, con elementos de flamenco y danza hindú.
Se puede bailar en solitario, o en grupos más o menos reducidos. En su versión de baile grupal, una de las bailarinas actúa como líder del grupo y con movimientos de las manos, brazos o pies, cambia el ritmo de todo el grupo que la sigue hasta que mediante un nuevo movimiento vuelve a cambiar la orientación del grupo, la dirección o el sentido de los pasos de baile.
Los trajes, son muy vistosos y de inspiración gitana; faldas amplias con varias capas, tops o choris y adornos de gran tamaño. Son muy característicos los gorros o tocados que recogen el pelo y lo adornan cubriendo parte o la totalidad del mismo. Al igual que en la danza oriental clásica, también pueden utilizarse elementos como el velo, sable o crótalos que lo hacen más vistoso.

AC