lunes, 12 de febrero de 2018

PORQUE EN LA EDAD MEDIA CASI NO SE CONSUMÍA LA CARNE DE TERNERA

Los bueyes y las vacas eran mucho más valiosos como animales de tiro para arar los campos y para transportar mercancías, además aportaban alimentos tales como la leche.
Solo se solían sacrificar cuando ya no servían para estos menesteres.
Sus primeras funciones fueron para el trabajo agrícola, la producción de carne y de leche, además de aprovecharse los cuernos, el cuero o los excrementos, como fertilizante o combustible.
Hoy en día, se consume la carne de las vacas o bueyes, que se han criado por lo menos seis meses de edad, hasta el momento del sacrificio.
Estas reses suelen pesar alrededor de 135 kg de promedio.
Se suele definir a veces como carne roja, debido a su color rojo debido a la cantidad de sangre existente en ella.
Estos animales siempre han apasionado al ser humano, para quien el toro es un símbolo de fuerza y de fertilidad, por lo que están presentes en numerosas creencias y religiones.
Lo encontramos bajo la forma de Tauro entre los signos del zodiaco, o como la constelación.
Aparecen en las mitologías minoica, egipcia o grecorromana, así como en las religiones abrahámicas o en cultos menores como el mitraísmo.
El culto del dios-toro es también redundante en las civilizaciones mesopotámicas, donde los sumerios, asirios, babilonios e hititas lo practicaban bajo diversas formas.
En diversos hallazgos arqueológicos en yacimientos tartessos (poblados ibéricos del sur peninsular) se encontraron piezas con forma de piel de buey.
Su origen parece estar en el comercio del cobre, que desde Chipre se exportaba a todo el Mediterráneo en lingotes con forma de piel de buey, y que a su vez provendría del comercio de reses.
Los bovinos están muy presentes en la mitología clásica. El ejemplo más conocido es sin duda la leyenda del Minotauro
En las religiones abrahámicas, el culto del becerro de oro, según la Biblia un ídolo, un «falso dios» adorado por los israelitas, es una representación de la idolatría y la inmoralidad.

En el Corán, la sura 2 se denomina de la vaca (Al-Baqarah).
En la Torá se menciona como José le explica al faraón el significado del sueño de las siete vacas gordas y las siete vacas flacas
El buey aparece en las representaciones de la Natividad, ya en el siglo IV, calentando al Niño Jesús con su aliento.