domingo, 4 de febrero de 2018

¿LOS TEMPLARIOS ESTABAN EN BABIA...?

Bueno todo puede ser... 
Al fin y al cabo Ponferrada no andaba lejos y además de remontar el Sil hacia las Highlands leonesas para comprar los famosos caballos babianos (quizá los nietos del propio Babieca) o los poderosos mastines para proteger sus rebaños de merinas que pastaban por estos montes podían tener la misión de asegurar el Camino y Cañada Real secundario al general de Compostela que pasaba por esas tierras desde Laciana y que se llamaba de Zreicedo. En el Santuario de Carrasconte hubo un conocido Hospital de Peregrinos desde el siglo XIII hasta el XIX. Alli es donde se venera a una Virgen milagrera, patrona de los valles de Babia y Laciana. Junto a esa iglesia, un menhir, una piedra sagrada desde los tiempos de cultos paganos y que se llama La Piedra Furada por el agujero que presenta en su centro y que pudo servir para ciertas ceremonias -quizá de los legendarios Ligures- .
La Piedra Furada de Carrasconte. Un menhir prerromano
con cruz patada grabada y que es la linde entre Babia y Laciana desde 1270


La roca fue cristianizada grabando sobre ella una Cruz Patada propia de templarios y de hospitalarios. Esta piedra es la misma que se nombra en la Carta Puebla de Alfonso X de 1270 para que haga de mojón o linde entre las tierras de Babia y Laciana.
Santuario de la Virgen de Carrasconte en la Babia de Suso.
"Virgen de Carrasconte
Carrascontina
que entre Babia y Laciana
estás ponida"
Carrasconte significa Piedra larga

La misma iglesia de Carrasconte existente en el siglo del Rey Sabio aunque muy reformada después tiene ventanas donde aparece de nuevo la Cruz Patada. 
Ventanas con cruces patadas en el Santuario de la Virgen de Carrasconte entre Babia y Laciana.
Y no solo alli, la misma cruz está de nuevo presente en otros lugares de Babia: una lapida noble de los Lorenzana de Torre de Babia, en el Palacio de los Quiñones de Riolago, en la iglesia de Lago de Babia, en la Casona de los Señores de Torrebarrio mirando a la Peña Ubiña -seguramente el legendario Monte Vindio donde se refugiaron los últimos guerreros cántabros tras la batalla de Bergida contra los romanos-.
La tradición oral pasada de generación en generación cuenta algo más. Se habla de las torres defensivas templarias, como la desaparecida de Piedrafita en el XIX y que estaba junto a su parroquia o la única existente de Torre de Babia y que formaban parte de un castillo o fortaleza más grande en algún lugar no localizado de la Babia de Suso todas ellas en poder de la Orden del Temple y que fueron pasando luego a las familias más poderosas de una zona donde la mayoria de los vecinos eran hidalgos con caballo propio que acudian al Fonsado a batallar junto a su rey. Famosos eran los Monteros de Babia, guardia personal del Rey de León y sin duda los que le traian a cazar el venado y el oso a estas tierras para que se distrajera.
Ruinas del torreón medieval en el pueblo de Torre de Babia, uno de los pocos vestigios medievales existentes en estas tierras. Pudo pertenecer a una red de defensas templarias en Babia.

Nos cuenta la leyenda aúrea y épica que se dice "Estar en Babia" porque era aqui donde el monarca se solazaba y holgando y yantando se olvidaba de los asuntos mundanos de la Corte contemplando en el estio los prados verdes, las aguas cantarinas y las montañas mágicas llenas de caza mayor. Dice el pueblo sabio que sabe de lo que habla cuando se reune en filandón invernal que "estar en Babia" viene en realidad de la melancolia que tenian los pastores babianos cuando iban en invierno a la Extremadura con sus rebaños de ovejas y recordaban su tierra y su gente.
Escudos de lápidas señoriales en la iglesia de Torre de Babia.
En el de la izquierda perteneciente a un Lorenzana hay una cruz patada.

Sea lo que fuere, a falta de fuentes literarias nos queda la corazonada. Quizá algunos caballeros del Temple se vinieron hasta este valle montañoso y medio perdido de la mano de Dios buscando al mismo Dios, el conocimiento, la protección de caminantes y rebaños o simplemente el sentimiento de poder estar en un sitio donde el Tiempo se olvida como si fuera el Abad de Armenteira de la leyenda aviar.
Yo también olvido el tiempo aqui. Babia me hizo hace mucho hijo adoptivo aunque mis antepasados fueran del valle vecino y a falta de caballos poseo casa, establo de vacas, mastin, adarga antigua y lanza en astillero.
Con templarios o sin ellos invito a todos los amigos de este grupo a visitar Babia, una de las comarcas más bellas y mágicas de España llena de parajes y gente maravillosa y hospitalaria.
Palacio de los Quiñores de Riolago.
El actual edificio es del siglo XV con planta de Pazo como muchas casonas de Babia.

J.M.B.L.

Cruz Patada con yelmo de 6 penachos en la fachada del palacio de los Quiñones de Riolago. Hoy Centro de Interpretación de la Reserva de la Biosfera.