jueves, 15 de febrero de 2018

LA LEYENDA DEL TROVADOR QUE LIBERO A RICARDO I DE INGLATERRA

La leyenda del trovador francés que liberó a Ricardo I de Inglaterra
Nace con Blondel de Nesle, que muchos aseguran fue Juan II de Nesle, un trovero francés, concretamente nacido en Amiens. El apodo de Blondel le vino dado por su larguísimo pelo rubio y además de ser el creador de algunas melodías que posteriormente influenciaron a sus contemporáneos europeos, Blondel formó parte de la conocida Cuarta Cruzada.
Tras su muerte, su nombre se asoció a una leyenda que figura en la obra Récits d´un ménesterl de Reims. En esta leyenda se narraba como Ricardo I de Inglaterra volvió en 1192 desde Jerusalén a Inglaterra pasando por Alemania. Corazón de León pensaba que podría atravesar los países cristianos sin peligro debido al pacto de caballeros que protegía a los cruzados. No obstante, el Archiduque Leopoldo de Austria lo capturó entregándolo al entonces Emperador Enrique VI de Alemania.
El monarca permaneció así cautivo en una alta torre sin que nadie en su reino supiera cuál era su paradero. Es justo ahí cuando la figura de Blondel aparece en escena. Cuenta la leyenda que el trovador trabó amistad con el rey, así, cuando se enteró de su desaparición, fue de castillo en castillo entonando una canción que según dicen el propio Ricardo I de Inglaterra compuso.
El joven pasaba por cárceles y castillos sin mucho éxito intentando dar con el paradero del rey desaparecido. No obstante, ante la falta de suerte, su moral comenzaba a flaquear.

Un día, cuando Blondel ya pensaba que su cruzada particular había fracasado, entonó una canción frente a un último castillo, el castillo de Durstein, con la sorpresa de que acto seguido una voz familiar le contestó estrofas de esa misma canción.
Blondel avisó a Inglaterra del paradero del rey. A partir de ese momento la leyenda del trovador toma varias vías. Mientras algunas creencias populares defienden que Blondel lo ayudó a escapar, otras aseguran que toda Inglaterra se movilizó para pagar el rescate que se pedía por el monarca. Sea como sea, la figura de Blondel quedó grabada para la posteridad, así como su canción que a partir de ese momento fue recordada como la Canción de Blondel.

AC