domingo, 4 de febrero de 2018

LA GÁRGOLA

¿No es acaso cierto que la gente no ve lo que tiene frente a su nariz? Por ello, la mejor manera de ocultar un secreto es exponerlo a vista y paciencia de todo el mundo. Así, el críptico "lenguaje de los pájaros" se reviste de piedras en la catedral gótica, apuntando a un saber que excede con creces las limitaciones del dogma cristiano. Entender el argot de los gremios medievales es adentrarse en los recovecos de la tradición Hermética que nos ha dado alma y civilización. Quitarse de encima los prejuicios modernos sobre el medioevo y el cristianismo, es un paso imprescindible para quien aspire a comprender el secreto del Magisterio Hermético.
La gárgola es un buen ejemplo de lo que decimos. Por gárgola se entenderá el extremo ornamental del canal que elimina el agua desde un tejado. En los días lluviosos siempre se la verá escupiendo líquido. Surgida en las catedrales de la Galia medieval, su extraña figura en realidad esconde el secreto de la materia prima para la obtención del Lapis Philosophorum, la codiciada piedra filosofal. Los hombres más brillantes de la antigüedad supieron ocultar su ciencia del mal uso, pero dejaron pistas para el que conoce la clave que hace inteligible el argot de estos auténticos libros de piedra.