lunes, 26 de febrero de 2018

EL MISTERIO DE LA BELLADONA

La belladona, de orígen europeo, siempre estuvo vinculada a las leyendas y la brujería. En la actualidad se la utiliza principalmente en oftalmologia, y también en casos de neuralgias, tos, asma y Parkinson.
De acuerdo con algunas tradiciones europeas, el espíritu que habita dentro de la planta de Belladona sólo sale una noche al año: la noche de Walpurias, cuando se prepara para celebrar el Sabbath con las brujas. En tierras célticas hay una superstición que vincula a la belladona con una hechicera encantadora a la que es peligroso mirar, aunque una versión más generalizada sugiere que cierta secta de sacerdotes tomaba una infusión de belladona para honrar e invocar la ayuda de Bellona, diosa de la guerra.

Otra leyenda cuenta que cierto hechicero trató con esta flor a una mujer enferma, provocando un estado de sueño que se prolongó durante varios días. Al despertar, la mujer, se mostró molesta por haber “sido despojada del estado hipnótico en que se encontraba, que la llevaba a lugares maravillosos, llenos de placeres y lujuria”. Al dar a conocer su experiencia, se prohibió la flor y fue considerada como “demoníaca” por la iglesia.
Se supone que la belladona fue empleada para envenenar a las tropas de Marco Antonio durante la guerra de Esparta, según la descripción que Plutarco hizo sobre los extraños efectos que siguen a su uso. Con la misma planta fue envenenado Claudio, el emperador romano.

AC