sábado, 17 de febrero de 2018

EL COFRE DE EL CID

Cuenta una leyenda que, siendo desterrado el caballero castellano Rodrigo Díaz de Vivar,
(el Cid Campeador-1048/1099), por el rey de Castilla Alfonso VI y, teniendo que salir de Burgos sin dinero para pagar la mesnada que debía acompañarle al exilio, se dirigió a la casa de dos judíos burgaleses para pedirles un préstamo. A cambio les dejó un cofre que aseguraba, estaba repleto con las joyas de su familia, mucho mas valiosas que la cantidad que les había solicitado. Pidió el plazo de un año para devolver lo solicitado, pero a cambio, respetando su honor, no debían abrir el cofre a no ser que pasara el año sin que hubiese vuelto y saldado su deuda.

Unos dicen que pasó el año, volvió a tiempo y devolvió el dinero, recuperando el cofre que en realidad estaba repleto de piedras. Otros dicen que nunca pasó a pagar su deuda y cuando abrieron el cofre, los judíos descubrieron que habían sido burlados. Lo cierto es que los judíos nunca pudieron hacerse con las joyas prometidas por el Cid.

AC