martes, 27 de febrero de 2018

CATHERINE DESHAYES

Catherine Deshayes (1640-1680) fue la protagonista de un escándalo donde sucedieron asesinatos, abortos, conspiraciones, sacrificios de recién nacidos y misas negras entre la prestigiada nobleza de la Francia que gobernaba Luis XIV. 
Las famosas misas negras de Catherine Montvoisin, más conocida como La Voisin, empezaron en 1666, y no se detuvieron hasta 1679. Desde muy joven se dedicó a la práctica del ocultismo, principalmente a distintos métodos de adivinación, hasta que contrajo matrimonio con Antoine Monvoisin, un ambicioso joyero parisino.Sería la preparación de pociones afrodisiacas y amuletos para sus clientes lo que la llevaría a relacionarse con los círculos de la nobleza parisina. Los hombres acudían a ella para incrementar su virilidad, y las mujeres le solicitaba pociones estéticas que “hacían los senos más grandes y la boca más pequeña”, como escribió un marques de la época. 
Con el tiempo, Deshayes se dio cuenta que la solicitud más común entre su clientela era el “polvo de la herencia”, es decir, veneno. Viendo la oportunidad de hacerse rica con el lado macabro de la hechicería, la vidente empezó a vender venenos y a oficiar rituales satánicos en su cabaña en las afueras de la capital. Fue por esto último que la apodaron La Voisin (“la vecina”, en francés). Entre las década de 1660 y 1680, el número de muertes “naturales” entre los miembros de la nobleza, en especial con los ancianos ricos y las mujeres desplazadas por las amantes, se volvió algo alarmante. Cuando el escandalo llegó al círculo real, un comisión de investigación se sumergió en el mundo de la brujería parisina. En el “Caso de los Venenos”, Catherine Deshayes terminó en prisión en 1679. Años después, durante el proceso judicial que la sentenció, La Voisin reconoció que había instalado un horno en la casa de la calle Beauregard, en el que hacía incinerar casi todos los restos de sus ritos abominables. Ningún historiador se ha puesto de acuerdo en la cifra, pero se estima que La Voisín incineró al menos 2000 cuerpos; en su mayoría, frutos de los embarazos interrumpidos que realizaba periódicamente. La mujer fue sentenciada a la hoguera en 1680 y murió vociferando obscenidades.















AC