viernes, 16 de febrero de 2018

CASTILLO DE MONTALBÁN (TOLEDO)

ENCLAVES DEL TEMPLE 
CASTILLO DE MONTALBAN

SAN MARTIN DE MONTALBAN ( TOLEDO )
El castillo de Montalbán es un castillo que se encuentra en el término municipal de San Martín de Montalbán, al sur de la provincia de Toledo, y se erige sobre un escarpe de 100 m. de profundidad cortado por el río Torcón, que se se empleaba como foso por tres de sus lados.
El Castillo de Montalbán, según la descripción que se relata en el Corpus de castillos medievales de Castilla, es una obra cristiana del siglo XII, efectuada por los templarios, a quienes Alfonso VII debió concederlo al mismo tiempo que les daba la gran plaza de Calatrava; aunque muchos autores consideran que fue construido sobre otra fortaleza de origen islámico.
Este castillo es una de las fortalezas más antiguas situadas en la orilla izquierda del río Tajo, erigido durante la Reconquista como punto de defensa de dicho margen del río, reformando y ampliando en gran medida el castillo árabe que allí existía, y que tal vez fuera abandonado tras la reconquista de Toledo.
En el año 1209 se cita la villa de Montalbán como cedida al caballero Alfonso Téllez, pero el edificio debió ser construido por los Templarios, cedido por Alfonso VII pocos años después, haciendo de él y de sus dehesas circundantes la más importante encomienda de su Orden en Castilla.
En el año 1308 volvió a manos de la Corona, siendo donado por Alfonso XI al caballero Alfonso Fernández Coronel. Tras una disputa con Pedro I el Cruel, el edificio fue reformado y se le añadieron nuevas defensas. Tras la ejecución de Fernández Coronel, el castillo fue cedido a Doña Beatriz, hija ilegítima de Pedro I.
Juan II quedó sitiado en el castillo por las tropas del infante don Enrique, que más tarde sería rey, en diciembre del año 1420. Tras un sitio de dos meses, las tropas del infante don Enrique levantaron el sitio y se marcharon; esto fue en parte gracias al apoyo prestado por la comunidad de Villa Real, que mandó al castillo unos 1500 hombres armados de su milicia en ayuda del rey. Como premio por el valioso servicio, el rey Juan II concedió a Villa Real el título de Ciudad Muy Noble y Muy Leal; desde entonces, Villa Real cambió su nombre a Ciudad Real.
Tiempo después, el Estado de Montalbán pasó a don Álvaro de Luna y, cuando éste murió, a su viuda, que lo habitó en algunas ocasiones.
Bajo el reinado de Enrique IV el castillo fue adquirido por su valido, Juan Pacheco, y desde él viene transmitiéndose a sus sucesores (hoy los duques de Osuna).
El castillo de Montalbán es el más robusto, extenso y fuerte de todos los castillos de la provincia de Toledo, quizá más que el castillo de Escalona, motivo por el cual es probable que no existan noticias de que fuera atacado en ninguna batalla.
En su interior se conservan restos de la fortaleza musulmana anterior, que era de planta cuadrangular y mucho más pequeña, y que fue abandonada con la caída de Toledo.
El castillo ocupa un lugar sumamente fuerte, cortado al norte y noroeste por el profundo tajo del río Torcón, de 100 metros de profundidad, y con dos torrenteras al este y al oeste que lo defienden por los otros dos lados, quedando un espacio de más de 15.000 m2 bordeado por murallas almenadas, con torres cuadrangulares provistas de garitas en alguno de sus ángulos.
La fachada sur da a un terreno llano, lugar donde debían concentrarse todas las defensas posibles. En primer lugar había un ancho foso que unía las torrenteras y a continuación un torreón semicircular bajo, almenado y con saeteras, que hacía las veces de coracha. Éste prolonga la barbacana exterior, que también tiene almenas y aspilleras en piedra caliza. A través de ella y por tres puertas y una poterna, se llega al espacioso camino de ronda que rodea casi la mitad del edificio principal.
El acceso al interior del castillo se realiza por dos puertas protegidas por enormes torres albarranas de planta pentagonal, con esbeltos arcos apuntados de más de 10 metros de altura en la clave, y tres postigos muy disimulados, construidas con mampostería y ángulos de sillares que conservan numerosas inscripciones lapidarias, entre ellas la estrella de David. Ambas torres albarranas están suspendidas sobre el camino de ronda, y aunque son similares, la de la izquierda es maciza, mientras que la de la derecha, en mejor estado de conservación, alberga salas con habitaciones. Esta última posee saeteras y cuatro matacanes de ladrillo, y se halla unida a la torre mayor, en el interior del recinto, que también poseyó matacanes. A ambas torres se sube por una escalera detrás de la muralla, de la que se han restaurado sus tramos iniciales.
El interior se conserva completo, hay dos silos o cisternas subterráneos de gran capacidad. La parte que da al precipicio es más débil, ya que está protegida por éste, y fue construida en algunos de sus tramos con tapial, por lo que se ha perdido el coronamiento.
El castillo de Montalbán se encuentra en estado de ruina progresiva y pertenece al Ducado de Osuna.
Leyenda
Ninguna poblacion hay cerca, ninguna ruta importante. Pero el castillo transmite una gran fortaleza. Viejas tradiciones aseguran que está hecho para guardar algo… un fabuloso tesoro.
Puede ser el misterioso tesoro de los templarios
O las riquezas de los reyes godos
O los objetos esotéricos más buscados: El Santo Grial y La Mesa de Salomón arios, jamás encontrado.
La leyenda dice que el castillo se comunica por un túnel con la cercana y misteriosa iglesia de Santa María de Melque: Las gentes de la zona hablan de ovejas que se pierden en Melque y aparecen en el Castillo de Montalbán y de un pastor que descendió a los túneles del castillo y apareció en el pozo de la iglesia.
El caso es que se conservan en el castillo inmensos subterráneos, que cualquiera puede vislumbrar a través de varios pozos. Se supone que son aljibes o silos. Pero su tamaño es enorme, desproporcionado. Y la calidad de su construcción muy alta. De esos enormes recintos subterráneos parten amplias galerías
¿Ocultan esos misteriosos túneles algunos de los secretos más buscados? Importantes investigadores ubican en la zona los tesoros de los reyes visigodos, que escondieron a la llegada de los invasores musulmanes

VP