martes, 27 de febrero de 2018

CARLOS II: EL HECHIZADO

Carlos II, último rey de la casa de los Austria en el trono de España, se creía víctima de un hechizo. Que no tuviera descendientes aún sin ser impotente, fue atribuido a un maleficio. Los confesores del monarca poco hicieron para sacarlo de ese equivoco, al contrario, el confesor dominicano fray Froilán Díaz, junto con su inquisidor Rocaberti, consultaron sobre el particular al fraile Antonio Álvarez de Argüelles, vicario del convento de Cangas de Onís, que había adquirido fama de que "hablaba con el demonio cuando era menester". 

No sólo "les confirmó" las sospechas sino que afirmó que el mismísimo Satanás le había revelado que era víctima de un doble hechizo; uno para procrear y el otro para gobernar. La inductora del maleficio no era otra que su propia madre doña Mariana de Austria, por su avidez de poder. Poco después de hacer esta afirmación el religioso se desdijo. En otra conversación con Lucifer, éste le juró que todo lo que le había dicho antes era mentira y que el rey no tenía nada. El confesor inconforme con este diagnóstico decidió consultar con otros "especialistas" como fray Mauro de Tienda quién aseguró que Carlos II no era un endemoniado sino que padecía un vulgar hechizamiento. La terapéutica aconsejada por el fraile fue un exorcismo.
Es así como Carlos II fué sometido a varios exorcismos, Incluso hasta poco antes de su muerte. Lo cierto es que con o sin malicia se creyó (incluso el mismo lo creía) durante su reinado que el rey estaba hechizado.

AC