domingo, 4 de febrero de 2018

ASTARTEA Y ASTAROTH

Astaroth.
Astartea figura en los grimorios, libros prohibidos de la Edad Media y diccionario demonológicos; como fiel esposa del demonio Astaroth.
A diferencia de su marido, proverbialmente aborrecible, Astartea es elegante y atractiva.

En su Dictionnaire Infernal, Colin de Plancy informa objetivamente que Astartea luce unos soberbios cuernos retráctiles, prueba contundente de su fertilidad.
Asimilada a los cultos babilónicos de Ishtar, los fenicios la colocaron al frente de los ritos venéreos y consideraron su vientre como el centro del universo.
Siguiendo esta línea mítica, el demonólogo añade que Astartea sólo tuvo dos hijos: el Deseo y el Amor.
Su matrimonio con el desdichado Astaroth puede resultar incongruente a primera vista, pero sin dudas obedece a un procedimiento hierogámico común a muchas cosmogonías.
Si el principio masculino proporciona riquezas, es decir, aquello que se disfruta a la luz del sol; su mujer, señora de los placeres nocturnos, lo sería en cambio de la luna y sus secretos.
Esta asociación entre opuestos es acaso la más antigua intuición de la dialéctica que pueda rastrearse culturalmente. Y su presencia habitual en las parejas infernales parece confirmar la relación del diablo con la poesía y la inteligencia, si es que de hecho existe alguna diferencia entre ambas.