jueves, 8 de febrero de 2018

ALEJANDRO EL GRANDE - LAS MANOS VACÍAS

CUENTO ESPIRITUAL - LAS MANOS VACÍAS
A las puertas de la muerte, Alejandro el Grande le pidió a sus allegados:
—Tengo un último deseo y es importante que lo cumpláis. Al colocarme en el ataúd, dejad mis manos afuera.
—Así será hecho -dijo uno de sus hombres más fieles- pero no entiendo por qué quieres que te coloquemos las manos afuera del ataúd. Eso es extraño.
—Te explicaré: conquisté medio mundo, fui poderoso y hasta pensaba que era inmortal, pero aquí me ves, a punto de morir. Al nacer, llegué con los puños apretados, exactamente como si quisiera asirme a algo, tratando de agarrar la vida con todas mis fuerzas. Pero la vida no se puede atrapar y ésta se me terminó escapando, como a todos los mortales. ¡Tardé tanto en entenderlo! Ahora que estoy a punto de partir, deseo que todas las personas sepan que Alejandro el Grande va a partir con las manos vacías, igual que Diógenes, igual que todos los mendigos.


Proverbio: “Una vez terminado el juego, el rey y el peón vuelven a la misma caja”.