lunes, 22 de enero de 2018

NEWTON, ALQUIMISTA

La influencia de la alquimia en la ciencia de la Edad Moderna se manifiesta en la obra del físico Robert Boyle, del médico William Harvey o del filósofo y matemático Gottfried Leibniz, quienes estuvieron influenciados por las tradiciones alquímicas en un momento en que las fronteras entre la magia y ciencia todavía no estaban delimitadas con la rigidez actual. 

No obstante, ninguno de ellos llegó tan lejos en este arte como Isaac Newton; la impresionante producción científica de Newton, entre la que se encuentra la Ley de Gravitación Universal o el descubrimiento del cálculo diferencial e integral, palidece ante el volumen de su producción alquímica, unas dos mil quinientas páginas manuscritas, hasta el punto que el famoso economista Keynes lo denominó ‘el último de los magos’ tras hacerse 
con sus manuscritos en 1936. 

Newton consideraba que el orden del Universo estaba encerrado en secretos que se podían desvelar mediante la razón, si se atendía a leer los signos que Dios había ocultado en la naturaleza y si se entendían los símbolos que los grandes pensadores de la Historia habían incluido en sus obras. Para Newton, la alquimia era más un camino para llegar a Dios que para alcanzar el dominio de naturaleza en beneficio del hombre. 


Newton, grabado de 1795 de Wiliam Blake en el que el autor intenta expresar la dualidad ante el materialismo científico puro al situar al científico siguiendo la pautas bíblicas del cálculo
Revista Memoria, Historia de cerca.