martes, 30 de enero de 2018

LA BIBLIA DEL REY JACOBO



Para mediados del siglo XVI empezó a surgir en Europa el deseo de conocer las doctrinas bíblicas. Menos de dos siglos antes, hacia 1380, John Wycliffe había despertado el apetito del público anglosajón con su traducción de la Biblia a partir del latín. Y sus seguidores hicieron circular por toda la nación durante los siguientes doscientos años pasajes de las Escrituras copiados a mano.
El Nuevo Testamento del biblista William Tyndale, traducido del griego al inglés y publicado en 1525, marcó otro hito histórico. Varios años después, en 1535, Miles Coverdale produjo su Biblia completa en inglés. Un año antes, Enrique VIII había roto relaciones con Roma y había dado un paso estratégico: con objeto de fortalecer su posición como cabeza de la Iglesia de Inglaterra, había autorizado una traducción de la Biblia al inglés, que se imprimió en 1539 y se conoció como la Gran Biblia. Consistía en un voluminoso tomo con gruesas letras góticas.

Los puritanos y otros exiliados protestantes de toda Europa se establecieron en Ginebra (Suiza). En esta ciudad apareció en 1560 la Biblia de Ginebra, la primera en inglés con un tipo de letra fácil de leer y divisiones en capítulos y versículos. Fue importada a Inglaterra y pronto alcanzó gran popularidad. En 1576 se imprimió también allí. Aunque sus mapas y notas marginales ayudaban a clarificar el texto, estas últimas irritaron a algunos lectores porque criticaban al papado.
La falta de aceptación general de la Gran Biblia y las notas polémicas de la Biblia de Ginebra condujeron a la decisión de publicar una Biblia revisada. Se eligió como modelo el texto de la Gran Biblia y se encargó la misión a los obispos de la Iglesia de Inglaterra. El resultado fue la Biblia de los Obispos, publicada en 1568, la cual consistía en un gran tomo con abundantes grabados. No obstante, los calvinistas, que repudiaban los títulos religiosos, se sintieron ofendidos por el uso de la palabra obispos, razón por lo que esta versión tampoco gozó de acogida general.
Jacobo nació en 1566 y fue coronado en 1567 con el nombre de Jacobo VI de Escocia. En 1603 fue coronado como el rey Jacobo I de Inglaterra, convirtiéndose en el gobernante de ambas naciones. En 1604 asumió el título de “Rey de Gran Bretaña”.
Tras su ascenso en 1603 al trono de Inglaterra, el rey ordenó la preparación de una nueva Biblia. Como su intención era que resultara atractiva para todos, mandó que no contuviera notas o glosas ofensivas.
El rey Jacobo fue el promotor del proyecto. Con el tiempo, 47 eruditos repartidos en seis grupos en distintos puntos de la nación prepararon las secciones del texto. Auxiliándose de la obra de Tyndale y de Coverdale, estos escriturarios básicamente revisaron la Biblia de los Obispos. Además, consultaron la Biblia de Ginebra y el Nuevo Testamento católico inglés publicado en Rheims en el año 1582.
El rey mismo era un destacado biblista, y la dedicatoria de la traducción “al altísimo y poderosísimo príncipe, Jacobo”, fue un reconocimiento a su gestión. Su ejercicio de la autoridad como cabeza de la Iglesia de Inglaterra fue visto como un intento de unificar a la nación.
Al clero le complació mucho recibir de manos de su rey una Biblia “destinada a ser leída en las iglesias”. Pero aún quedaba en el aire la pregunta de cómo la recibiría el pueblo.
En su extenso prefacio original, los traductores manifestaron sus temores al respecto. Sin embargo, a la Versión del Rey Jacobo le fue muy bien, a pesar de que le tomó unos treinta años desbancar a la Biblia de Ginebra en el afecto de la gente.
La obra The Cambridge History of the Bible concluye: “Su texto adquirió una santidad atribuible únicamente a la voz directa de Dios. Multitud de cristianos de habla inglesa han considerado poco menos que una blasfemia alterar las palabras de la Versión del Rey Jacobo”.
Los primeros colonizadores ingleses que llegaron a Norteamérica llevaron consigo la Biblia de Ginebra. Sin embargo, con el tiempo, la Versión del Rey Jacobo ganó mayor aceptación en América.
Conforme el imperio británico se expandía por la Tierra, los misioneros protestantes generalizaron su uso. Y como muchos de los que traducían las Escrituras a los idiomas locales desconocían el hebreo y el griego bíblicos, la tomaron como base para su trabajo.
Hoy por hoy, según la British Library, “la Versión del Rey Jacobo, o Versión Autorizada, es el texto más publicado en lengua inglesa”. Algunos calculan la cifra de ejemplares impresos en el mundo en más de mil millones.