martes, 2 de enero de 2018

EL PLURAL MAYESTATICO

Entendemos por “plural mayestático” la forma utilizada a través de la historia por pontífices y determinadas autoridades civiles y religiosas del “nos” como primera persona.
Su origen en latín es el pluralis majestaticus o pluralis majestatis, “plural de majestad”. Si bien su uso estaba muy difundido en la Antigua Roma, parece ser que su origen “moderno” está en la dinastía de los Plantagenet.
La necesidad de dar fe de la autenticidad de las actas de gobierno por parte del rey, hacía que este firmase habitualmente dichas actas con su firma y la fórmula “teste me ipso”, es decir, “yo testigo”.
Con Enrique II Plantagenet, y ante la presencia de otros funcionarios o nobles al servicio de la corona en el momento de la lectura o redacción de documentos de importancia, el término evoluciona, convirtiéndose en “testibus nobis” o “teste nobis”, es decir, “nosotros testigos”.
Para la promulgación o la simple escritura de las actas, era necesaria la presencia de aquellos consejeros próximos al rey que certificaran que las decisiones expresadas en el documento eran fruto del consenso (bonito concepto), pero éstas carecían de valor si el monarca no las ratificaba con su firma y la fórmula ya conocida del “me ipso”.
Llegamos ahora al reinado de otro Plantagenet, el novelado Ricardo Corazón de León, y con el que comienza a aparecer la forma plural (nobis) referida, en exclusiva, a la persona del rey.

De esta forma, la autoridad regia se refuerza, pues al autocalificarse de “nobis” (nosotros), el monarca declaraba implícitamente que su sola voluntad comprendía la de la corte y el consejo en pleno. 
La fórmula se generaliza y da origen al uso por pontífices y reyes del “pluralis mayestatis” o plural mayestático mediante el término “nos”.
En todo caso, "Nos", creémos que es una bella forma de acabar una entrada…