jueves, 25 de enero de 2018

EL CALDERO DE GUNDESTRUP, EL GRIAL CÉLTICO

En el Museo Nacional de Copenhague se custodia el caldero de Gundestrup, una de las joyas arqueológicas del arte lateniense y del mundo céltico. 
Hallado en el pantano que le da nombre, es un recipiente de plata que mide 70 cm de diámetro y 35 de alto, en el que se representan múltiples escenas mitológicas. La principal corresponde al dios Cernunnos con su cabeza cornuda, una serpiente en una mano y un torque en la otra, pero también aparece el legendario navegante Bran con el caldero que, según los mitos célticos, tenían los Tuatha de Danaan –dioses irlandeses por excelencia- para revivir a los muertos, y que aparece en otras mitologías célticas como la de la Galia. Además, el dios supremo de los celtas irlandeses, Dagda, tenía un caldero inagotable del que comía con voracidad. La rememoración conceptual de estos mitos paganos es evidente en la obra de Chrétien de Troyes, cuyo grial no es una copa utilizada por Cristo, sino un caldero céltico revestido de simbolismos cristianos. A partir de este autor, todos los mitos artúricos del Santo Grial acusan una herencia pagana.